
Planificación y Diseño…
Para ser agradable a la vista un diseño de interiores debe proporcionar tanto variedad como estructura.
Aunque una mezcla de texturas, colores y dibujos es estimulante, un tema subyacente evita el caos.
Sin embargo, un equilibrio uniforme de contraste es por lo regular poco satisfactorio: el efecto no se hace notar.
El principio impulsor de un diseño efectivo puede expresarse como:
“Mucho de un elemento combinado con algo de su opuesto”
El elemento primordial de diseño puede ser una familia de colores, una forma, una textura, un dibujo. El dominio de este elemento establece el esquema.
Agregue variedad colocando objetos que contrasten marcadamente con el elemento predominante.
Como regla, use su elemento dominante en áreas grandes como las paredes y los pisos. Distribuya ese elemento en forma uniforme alrededor del cuarto en los muebles, cortinas para las ventanas, y accesorios.
Por último, añada acentos contrastantes. Confíe en su ojo. Si el resultado no se ve bien, mueva las cosas alrededor o agregue y quite elementos, uno a la vez.

Una paleta monocromática (diferentes matices del mismo color) se vigoriza por accesorios de texturas diferentes.
La clave está en la interacción calculada de los acabados de superficies.
Telas suaves, vaporosas mezcladas con hilos nudosos.
La mesa de madera está colocada junto a un sillón afelpado lleno de cojines.
Las obras de arte de líneas elegantes, encerradas en vidrio contrastan con los exuberantes arreglos florales. (Ver Figura 2)

Las colecciones eclécticas e informales de fragmentos y formas contribuyen a dar un giro interesante en cualquier cuarto.
Esta sala (Figura 3) por ejemplo, esta llena de formas fascinantes desde la colección en la pared al grácil marco de hierro de la mesa.

Las texturas ásperas (Figura 4) evocan un ambiente informal.
En este cuarto, el material para los pisos de textura, las sillas de mimbre, y un piso sin adornos inspiran un ambiente cómodo e informal.
La antigua elegancia refinada de la mesa es el contrapunto del cuarto.
La rica variedad de superficies y la atención al detalle decorativo mantienen este espacio visualmente absorbente.

Un buen diseño vale la pena repetirlo.
Las líneas, tanto rectas como zigzagueantes, agregan sabor e ingenio al cuarto (figura 5).
El diseño es especialmente persuasivo porque este se expresa en una variedad de formas.
Por ejemplo: el sofá, la lámpara de pie, la silla. Las áreas de intensidad hacen que el diseño general sea más interesante

Un detalle distintivo arquitectónico puede sugerir una forma que puede reflejarse en otras áreas.
En este dormitorio, el remate de ráfaga de rayos solares arriba de la ventana inicia una línea rítmica que se muestra otra vez en las tablillas de los postigos, las estrías de la pantalla de la lámpara, y las líneas serpenteantes de las cubiertas de los muebles.
El espectro muy limitado de colores ayuda a llamar la atención hacia los diseños repetidos.

Los colores intensos, ricos otorgan calor y peso a un espacio extenso (arriba). Las lámparas de pie que proyectan focos pequeños de luz evitan que el espacio amplio se vuelva abrumador. La posición de los muebles crea agrupaciones acogedoras para conversar. Los puntos centrales de intrincado detalle también contribuyen a un cómodo sentido de escala.


Los detalles pueden hacer o deshacer un diseño. Mantenga sus ojos abiertos para accesorios que funcionen con su esquema decorativo -y entre sí- de maneras sorprendentes (Figura 8).